domingo, 11 de marzo de 2018

Emociones

El viaje emocional.
Tu punto de partida y de retorno.
                                                                          Damarys Pacheco
                                                                            Coach Vibracional

         Las emociones, más allá de quererlas definir psicológica o biológicamente, vamos a quedarnos con una definición sencilla: es aquello que sentimos frente a un hecho que experimentamos. Ellas están allí, convivimos con ellas y cada uno de nosotros las maneja de un modo particular el cual va a depender  de nuestras vivencias, modelos, costumbres, creencias, personalidad, momento, lugar… veamos un ejemplo:
Sales de tu casa con el mejor ánimo del mundo, la más alta vibra, ya camino a la parada  vas escuchando a tus vecinos que no hay transporte,  frente a ese hecho qué sientes: rabia, impotencia, frustración; te estresas, impacientas; te pones pesimista;  lo asumes con aceptación, esperanza, optimismo y finalmente están los que se alegran y entusiasman. Más allá de buscar el por qué cada uno responde emocionalmente de  manera una distinta, lo importante es cómo lo asumes tú y que haces con esa emoción:

 ¿Qué haces con tus emociones?

         Todo acontecer genera una emoción, como hemos visto, frente a un hecho pueden haber diversas emociones y eso está bien: sentiste rabia, impotencia, optimismo, alegría, digamos que todo es válido, el asunto es el remanente cuando la emoción se queda instalada en tu mente y si la emoción es de baja vibración como la tristeza, la rabia, tu día, por no decir tu vida puede ser… horrible.
        Ahondemos un poco en esto.  Los estudiosos de las emociones afirman que la tristeza, por ejemplo, tarda 4 veces más en diluirse que la alegría, qué pasa? Que con nuestros pensamientos vamos haciendo un círculo, nos montamos en él y no nos queremos bajar, entonces ese círculo, más rápido que lento, se convierte en un tornillo, al cual vamos atornillando lenta pero profundamente y lógicamente esto va marcando, definiendo nuestra personalidad, nuestro modo de actuar, de relacionarnos…etc. Y así encontramos personas que son definidas como negativas, pesimistas, nube gris, quejona, criticona, víctima, gruñonas…O personas que se sienten y son definidas como: positivas,   entusiastas, buena vibra, optimistas, alegres. Esto nos lleva a nuestro viaje emocional.

Nuestro viaje emocional

         Con los ejemplos dados podemos observar lo que llamo nuestro viaje emocional, si,  cada evento, hecho, experiencia nos lleva por todo un paseo emocional entonces en la vivencia del día a día  viajas por múltiples emociones.
         Ahora bien, generalmente, todo viaje tiene un punto de partida y un punto de
retorno, emocionalmente también es así y vienen las grandes preguntas:

* ¿Cuál es tu punto de partida?
* ¿Cuál  es la emoción que te habita y te define?

* ¿Cuál es tu punto de retorno?,
* ¿Cómo te defines tú, los demás que dicen?
Fíjate bien y tómalo con calma: Tu punto de partida y  retorno es:
- La rabia: recriminas, criticas, vives inconforme e indignado.
-  La impaciencia: todo es lento, nada llega, no hay tiempo
- La víctima: sientes que el mundo te debe, los demás no te   
   consideran, ya nadie  aprecia nada, te quejas por todo y por nada
- La esperanza: vendrán tiempos mejores, confío en que esto cambie,
- El entusiasmo: ¡Yo me anoto en esta!, vamos a hacer eso, estoy montada en  un   nuevo proyecto.
         Entonces, ¿En cuál te ubicas? Ubicar, reconocer la emoción que te define es permitirte crecer porque si por casualidad ¡!!! Te encuentras en una emoción “de baja vibra” púes, es hora de trabajar en ella.

 Trabajar las emociones

         Trabajar las emociones es reconocerlas, Aceptar honestamente lo que es  y entender el por qué esta allí y por qué tu estas allí. Esto te permite mejorar tus relaciones contigo mismo y con los demás, crecer como persona y sobre todo entender, comprender que si sigues haciendo lo mismo, actuando de la misma manera, reaccionando desde el mismo lugar vas  a seguir teniendo los mismos resultados (Ley de atracción).
         Si en nuestro viaje emocional el punto de partida y retorno es una emoción de baja vibra hay algunas cosas que pudiéramos hacer para no seguir anclándonos en ella. Atención,  son sugerencias más no es una receta y  para avanzar es conveniente ejercitar contante y conscientemente. Aquí vamos:

1.- Apóyate en las cosas en que eres “bueno”: En lo que tu mente comience a atornillar, pícale adelante y dite a ti mismo: - oye acuérdate que yo soy: trabajador, emprendedor, honesto, buena madre, constante, responsable, creativo…

2.- Posterga el momento: Como dice Scarle O´Hara en la última frase de “lo que el viento se llevó”: “…Después de todo, mañana será otro día”. Distrae tu mente con algo distinto, que puedas hacer en ese momento.

3.- Respira conscientemente y medita: La respiración consciente, como dice mi maestra de Yoga, es el alimento del alma, te relaja, te conecta, te nutre espiritualmente. La meditación te aquieta la mente y en consecuencia  el espíritu, lo que te permite, llevar una vida más sosegada.

4.- Piensa en lo que te estás perdiendo: Hay un sin fin de personas, cosas, lugares, momentos que nos perdemos por estar pegados a una emoción de baja vibra:  tus hijos, pareja, amigas, leer, ver una buena película, comer algo sabroso, visitar gente que te aprecia, caminar en buena compañía.

5. Renuévate: Mira para los lados, busca gente que tenga vibra más alta que tú, algo se te pega. Aprende algo nuevo, inscríbete en un curso, explora tus destrezas.

6.- Cultiva la aceptación: Aquello que no puedes cambiar acéptalo y pasa la página, aceptación implica acción, es dejar de luchar contra algo que no puedes cambiar e irte por nuevos caminos. ¡Ojo! no es resignación, ni tolerancia ni conformidad.

         Te dejo esta frase de, Francisco Giménez, creador de CRP.
                                   Círculo de Realización Personal
“Cuando cambias la forma en que ves las cosas, las cosas que ves, cambian de forma”


El Ahora

El tiempo.
¿Cómo vivir en el presente?
                                                                                 Damarys Pacheco Salazar
                                                                                        Coach vibracional

            El tiempo es uno de los factores que más tomamos en cuenta en nuestras vidas. ¿Te reconoces en éstas expresiones?: No tengo tiempo, el tiempo pasa volando, el tiempo vale oro, el tiempo de Dios es perfecto…es decir, el tiempo es esa medida que va definiendo el momento en que hacemos algo, y nos ubicamos en él, utilizando los referentes: pasado, presente y futuro.


¿En qué tiempo vivimos? ¿Realmente vivimos en tiempo  presente?
        
         Con cierta frecuencia, físicamente  estamos haciendo algo, sin embargo nuestra mente se encuentra en otro tiempo, o está en el pasado, o en el futuro, pero raramente en el presente. Ilustremos ésta afirmación:

         Esta mañana en tu trabajo tuviste una situación desagradable con una compañera, durante el resto del día, tu cuerpo  sigue allí, en el trabajo, haciendo lo que te corresponde, pero tu mente, tus pensamientos, están en el impase, y vas al tiempo pasado, recordando lo que pasó, haciéndote mil preguntas sobre el hecho; diciéndote lo que no hiciste, lo que no dijiste … de pronto, vas al tiempo futuro, y te montas en lo que harás, en lo que dirás la próxima vez,  en fin, moviéndote entre el pasado y el futuro, en otras palabras, el tiempo presente no está presente.


        
         Escucha  esta idea de  Eckhart Tollé: “El pasado invariablemente te lleva al dolor… a veces la voz de la mente se convierte en nuestro peor enemigo ya que juzga, se queja, especula, compara, rechaza…”.    Si piensas en un hecho hermoso y te instalas en él, pronto caerás en la añoranza y de la añoranza a la tristeza sólo hay un paso. Si ubicas tus pensamientos en el futuro éste te lleva a la expectativa, a la incertidumbre, a la angustia porque, en muchas ocasiones, cuando nos ubicamos en el tiempo futuro los resultados que vemos son negativos.

        Así que, tanto vivir en el tiempo pasado como en el tiempo futuro te sitúa en emociones poco saludables, espiritual, física y mentalmente, pero sobre todo, no te permite vivir en el presente, que si lo ves con atención, es el único tiempo que realmente tenemos  y sobre el cual podemos actuar. Esto no quiere decir que no vayamos al pasado, si, pero por raticos y conscientemente o al futuro, al cual es conveniente que vayamos,   por razones prácticas.

A todas estas  ¿Cuál es el asunto?
        
         El asunto es que nuestra mente domina nuestro pensamiento y no nos deja vivir en el tiempo presente, no estamos en el ahora, no vivimos lo que estamos haciendo. Decirle si al presente, es decirle si a la vida, es reafirmar tu existencia, es optar por la  libertad de pensamiento, es comprender que la vida es ahora.



¿Cómo podemos vivir en el  tiempo presente?

* Hacernos conscientes: conscientes de los cuchicheos  de nuestra mente. Tratemos de verla como una intrusa en nuestra cabeza y desde allí, no le demos espacio, no permitamos   que se mueva entre el tiempo pasado y el tiempo futuro libremente, sino cuando nosotros queramos. El diálogo interno es valioso cuando tú llevas la batuta.

* Crea caminos dentro de tu mente: lleva tu atención hacia el ahora, para ello hazte consciente del presente, siéntelo a través de tus cinco sentidos, salte del modo automático. Recuerda que es tu elección el cómo ves y vives las cosas.

* Practica el mindfulness: Esto es, la atención plena y consciente,  practica la meditación con la pared blanca, la observación fija de un objeto, centra tu atención en la respiración.

* Reconoce y trabaja tus emociones: Identifica  la emoción que sientes en un determinado momento y el por qué  de esa emoción, esto te permite valorarla y decidir si vale la pena engancharte en ella y perderte tu ahora.



miércoles, 28 de febrero de 2018

Jugar

Jugando con nuestros niños
                                                                                                     
                                                                                   Damarys Pacheco Salazar
                                                                                          Coach Vibracional

             Cuando tenemos niños en el hogar   nos planteamos  qué  hacer con ellos en el tiempo libre. Para muchos, las alternativas son los juegos de computadoras, video-juegos, ver televisión, estar “pegados al teléfono”. Para otros, estas actividades, aunque aceptables momentáneamente, saben que no ayudan a la salud y desarrollo integral de sus hijos, que limitan el compartir familiar, crean adicciones y llevan a un sedentarismo poco saludable, sin embargo, por razones económicas, falta de tiempo, agotamiento, y pare usted de contar, no hallan otras alternativas.

            Jugar con nuestros hijos, nietos, sobrinos son momentos que tenemos para formar, ayudarlos a crecer como personas, valorarlos en sus posibilidades, pero para que realmente sea un juego, es relevante que tu actitud de adulto se suelte, te incorpores,  te dejes llevar  al juego. Esto significa que éste no es el momento para sermones, clases magistrales, mucho menos, gritos o malas caras.

            En otras palabras, es conveniente estar con tu mejor actitud, relajado y entusiasta. Si esto lo tenemos claro y tomando en cuenta que usted quiere dedicarle tiempo de calidad a sus hijos para mejorar o conservar las relaciones intrafamiliares  aquí les presento algunas posibilidades de juegos creativos que a los niños les encantan.

JUGUEMOS A LA SESIÓN DE FOTOGRAFÍA

            Una actividad que atrapa a los niños y no tan niños, son las sesiones fotográficas, porque  llenan de  entusiasmo, y motivación los momentos. Sugerencias de cómo hacerlos:

* Preparen el espacio, con pocas cosas se pueden crear ambientes distintos al cotidiano.
* Pueden escoger una temática, por ejemplo: vestirse como papá o mamá, que la sesión sea de morisquetas y poses graciosas, imitación de personajes, jugar a ser modelo profesional, entre otros.
* Aunque improvisar  es apropiado en este juego, hay detalles que se tienen que tener presente: Un espacio con buena iluminación, que la cámara o teléfono estén cargados.
* Si el momento está lleno de maquillaje, cambios de vestuario, asumir roles,  pasaran   horas de distracción sana, creativa, estimulante.
                                          
            La actividad se puede alargar por varios días, si tienes la posibilidad, descarguen las fotos y realicen  un álbum con comentarios sobre la vivencia del momento, evaluando que fue lo que más les gusto y planificando las futuras sesiones.





JUGUEMOS Al MAQUILLAJE TEMÁTICO:

            A los niños les fascina el maquillaje de sus temas o personajes favoritos. No tienes que ser un experto y con la práctica se va mejorando. Recuerda  lo más relevante es la  buena disposición.
Como hacerlo:
* Las pinturas son fáciles de elaborar: crema a base de zinc y agua, maicena (Polvo de maíz), colorantes de cocina. En internet encontrarás muchas ideas y tutoriales para elaborar pinturas corporales que no implican riesgos al ser usadas.  Aquí te dejo un enlace:  https://www.youtube.com/watch?v=AgOQDrj0aRE.
* Tener a mano todo lo que sea necesario: pinceles, paño, papel higiénico, envase con agua, ropa apropiada…
* Es conveniente tener claro el diseño que vas a realizar, de esta manera podrás prepara los colores que requieras.
* Aprovecha la oportunidad y realiza una sesión  fotográfica.


JUGUEMOS AL AIRE LIBRE:

            Realmente nuestros niños no requieren de juegos novedosos, sofisticados, costosos… para pasarla bien. Basta con que los estimules a apreciar los espacios donde se encuentran. Los espacios abiertos son fuente inagotable para realizar juegos y vivir experiencias de aprendizaje.  Si los llevas a un parque, una caminería, una plaza,  pronto encontrarán con que distraerse y allí pueden surgir muchas actividades, tales como:



* Recolectar hojas, semillas, palitos, plumas, conchas, piedras… que posteriormente, en casa, pueden ser utilizados para hacer composiciones con diversas texturas.
 * Llevar algunos carritos, hacer pistas con formas distintas, coloca obstáculos, a la pista, con materiales que se encuentren en el lugar.
*  Los juegos con  cuerdas y pelotas siempre serán un recurso, lo importante aquí es buscar el juego cooperativo y no de competencia.
            

HACER CAMINATAS:

            La idea es crear en los niños una visión  de aventura. Las excursiones a parques, caminos, ríos siempre los llena de ilusión. Para crear la mejor disposición planifica una merienda. Ya en el sitio pueden:
* Hacer un mapa del recorrido.
* Encontrar un tesoro (previamente tienes que ir a enterrarlo, jajaja).
* Recolectar la mayor cantidad de hojas distintas para posteriormente hacer un álbum e investigar sobre las características y propiedades de cada árbol en cuestión o de los tipos  de hojas.  
                            

            En fin, es la dedicación y atención a tus hijos lo que va a hacer que cualquier actividad que emprendamos este llena de vida, entusiasmo, motivación, curiosidad.



lunes, 19 de febrero de 2018

Vibrar

Vibra Alto                                             Damarys Pacheco Salazar.
                                                                                   Trainer & Coach vibracional.

La palabra universo proviene del latín universus, compuesta de unus (uno) y versus (girado o convertido). Así cuando hablamos del UNI-VERSO, decimos que todos formamos uno, y es un uno, que es fuerza,  energía, movimiento… vibración. 
Detente un momento y fíjate en la imagen

¿Es una persona que camina hacia la luz o ella es la luz que ilumina? Si partimos de la idea,  que somos seres de luz, ella es la luz que ilumina e irradia, irradiación que puede ser de alta o baja vibración, que sea una u otra depende sólo de nosotros, de nuestras emociones.

Las Emociones
 
La alegría, el optimismo, la esperanza, el agradecimiento, el amor  son emociones de alta vibración.
La tristeza, la ira, la vergüenza, el miedo  son emociones de baja vibración, ahora bien, todas, las de alta o las de baja vibración tienen potencia, que no es más que la fuerza con que  irradias y atraes del  universo, de allí la importancia de saber y reconocer que te hace vibrar alto.

Entonces… ¿Qué nos hace vibrar alto?

1.- Vive en el ahora. Con mucha frecuencia dejamos que nuestra mente viaje libremente entre el pasado y el futuro, lo cual nos distrae del ahora y por lo general, nos baja la vibra notablemente. Si lo analizas sabes que el pasado ya no lo puedes cambiar y el futuro no sabes si lo tendrás, así que, recuerda que el ahora es el momento que realmente tienes, por lo que vivirlo es una experiencia altamente gratificante al estar consciente de lo que te rodea.
 
2.- Enfócate en aquellas cosas en que estas mejor. Generalmente  tenemos algunos aspectos de nuestra vida en que nos encontramos mejor, puede ser: el trabajo, la familia, los amigos, la salud…, fija tu atención en ese aspecto en que estas bien, es decir, se  consciente de ello, valóralo y agradécelo y así atraerás más de eso.

3.- Suma de tus vivencias: Toda experiencia que vivimos tiene su lado positivo  y su lado negativo y de cada una podemos aprender algo, por lo que descifrar que enseñanza nos deja una experiencia nos fortalece y nos permite crecer como personas y por ende esto elevará nuestra vibración.

4.- Practica la aceptación: Parte del principio que lo único que realmente puedes cambiar es a ti mismo: Puedes cambiar tus actitudes, tus emociones, tu hacer e incluso tu ser y hay cosas que definitivamente no las puedes cambiar y allí entra la aceptación, reconoce al otro, acepta que es distinto a ti, esto te libera de emociones de baja vibra.

“Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder más energía que el resistir y el pelear contra una situación que no puedes cambiar”
                                                                                Dalai Lama


Emociones

El viaje emocional . Tu punto de partida y de retorno .                                                                           Damar...